Para que un emprendimiento pueda desenvolverse con eficacia requiere de una estructura contable, asesoramiento jurídico y tener en cuenta ciertos requisitos para evitar problemas operativos.
Al analizar los egresos e ingresos de un emprendimiento necesariamente hay que poner atención al Presupuesto empresarial. El Presupuesto es la columna vertebral de una organización empresarial en la medida que permite proyectar y estimar contablemente cuáles serán los egresos, inversiones e ingresos que se producirán durante un período de tiempo. Esa proyección, cuando es detallada y ajustada a la realidad, se convierte en la guía para ordenar el balance contable del emprendimiento a fin de que no existan desfasajes entre los costos e ingresos que alteren sustancialmente la planificación y la concreción de los objetivos. Sin un Presupuesto que contemple una proyección viable del negocio es casi imposible organizar los gastos y prever si los ingresos podrán solventar los costos operativos del emprendimiento.
El Presupuesto empresarial, no sólo es necesario para proyectar el flujo de ingresos y egresos previstos a fin de que no se produzcan desequilibrios financieros, sino que también es muy útil para controlar que se cumplan los objetivos en el tiempo y forma tal cual lo proyectado. Es la hoja de ruta contable que un emprendimiento debe elaborar anualmente.
Un presupuesto, además de los egresos e ingresos debe prever el volumen de capital de inversión que es necesario para expandir el negocio en el tiempo futuro. La ausencia de inversiones suelen ser la causa principal por la que un emprendimiento no pueda innovar y lograr objetivos que le permitan permanecer competitivamente dentro del mercado.
Para confeccionar un Presupuesto ajustado a la verdad, poder ejecutarlo y corregirlo de acuerdo a las necesidades que se presenten es necesario tener un buen equipo de profesionales especializados en Contabilidad y Derecho que brinden sus servicios de manera eficiente. La economía moderna se caracteriza por la existencia de cientos de leyes, reglamentos, habilitaciones, prohibiciones, fluctuaciones inflacionarias, impuestos, tasas y retenciones que inciden sobre el emprendimiento y que no son sencillos de conocer por un emprendedor. La normativa jurídica y contable ha crecido sin parar en las últimas décadas haciéndose muy extensa, complicada y generadora de fuertes sanciones públicas si no se respetan. Lo mismo ocurre con la legislación laboral, las formas de facturación, la bancarización, los sistemas contables y toda la normativa que gira alrededor de las actividades comerciales. Por lo tanto, un emprendedor, antes de comenzar un emprendimiento, debe asesorarse sobre el marco jurídico vigente y la forma societaria que es más conveniente para llevar adelante su emprendimiento.
Al iniciar una actividad emprendedora es necesario tener una marca comercial que individualice a la empresa e identifique sus productos. La marca es la carta de presentación y el referente que tienen los proveedores, clientes, consumidores y todos los agentes que concurren al mercado. Es lo que le permite que un producto sea identificado dentro de un inmenso universo de bienes o servicios que se presentan en el mercado. Para tener una marca que nadie pueda utilizar, copiar o adulterar el primer paso es registrarla ante los organismos públicos habilitantes. Al solicitar ese Registro es necesario definir en qué rubros comerciales se utilizará la marca dado que existe una segmentación muy grande de rubros comerciales. Por lo general, salvo las grandes corporaciones, un emprendimiento pequeño o mediano debe elegir solamente los rubros en donde habrá de utilizar su marca a fin de no tener que abonar elevadas sumas de dinero por su registro y renovación periódica.
La elección de una marca, si bien depende del gusto o preferencias del emprendedor, está absolutamente limitada por la infinidad de marcas registradas previamente en los organismos nacionales e internacionales. Esto obliga no sólo a buscar nombres marcarios que sean atractivos para la gente o le guste al emprendedor sino que es necesario que no estén registrados con anterioridad, ya que la mayoría de las palabras de uso común ya están registrados por lo que no pueden utilizarse.
El paso posterior al registro de marca ante los organismos oficiales es verificar que no existe oposición a ese registro por otra empresa o persona que haya inscripto la marca con anterioridad. Lograda la inscripción marcaria definitiva es fundamental registrar esa misma marca en los dominios de internet, redes sociales y otros medios dado que estos registros de dominio son independientes a los que pueden realizarse en el Registro Nacional de Marcas o en el Instituto Nacional de Patentes.
Un elemento a tener presente al planificar un emprendimiento es el espacio físico que se ocupará para impulsarlo y desarrollarlo. Si bien actualmente muchos emprendimientos se realizan online con lo cual su producción, organización, logística y comercialización se gestiona a través de terceros, hay otra realidad más frecuente que muestra que aproximadamente el 90% de las empresas requieren de un espacio físico para desarrollar sus actividades. Esto vale para un kiosco de golosinas, un arrendamiento de bicicletas, un local de ropa, una verdulería, un restaurante o una planta de hidrocarburos. Por lo tanto, ya sea que se proyecte instalar una empresa que requiere decenas de empleados o se emprenda un pequeño negocio unipersonal, todo emprendimiento necesita contar con un espacio físico que responda a las necesidades del negocio. Por lo tanto, al seleccionar ese espacio es importante que ese lugar reúna las condiciones operativas que faciliten su buen funcionamiento y que pueda ser habilitado por las autoridades públicas.
Si bien el espacio físico seleccionado puede variar según el destino del emprendimiento (pudiendo ser una oficina, un galpón, un local o una fábrica) es imprescindible –para no recibir sanciones o clausuras por parte del Estado– que ese espacio se ajuste a la normativa legal que fija las condiciones para ser habilitado según la construcción edilicia, el impacto ambiental, higiene y del cumplimiento de otros requisitos establecidos por el Estado. No hacerlo significa emprender en la clandestinidad del mercado informal y estar sujeto a múltiples sanciones.
Al seleccionar el espacio que se asignará al emprendimiento es importante tener una visión a largo plazo. No hay que limitarse al aquí y ahora sino que hay que prever que el emprendimiento puede expandirse con lo cual hay que tener presente que en el futuro se necesitará un mayor espacio para los nuevos empleados que se contraten y las maquinarias que demande el crecimiento del negocio. También es importante prever los baños, depósitos, estacionamiento, ventilación y demás exigencias que demande cada emprendimiento.
Al seleccionar el espacio que ocupará el emprendimiento es conveniente que el lugar elegido esté cerca del domicilio particular del emprendedor para ahorrar tiempo en la travesía diaria. También es recomendable que el emprendimiento esté localizado cerca de vías de comunicación para que los empleados y consumidores puedan acceder con facilidad. En caso de alquiler hay que realizar un contrato largo en el tiempo para no estar cambiando la sede del emprendimiento en el futuro ni estar condicionado por aumentos excesivos en el alquiler. No hay que olvidar que las rentas elevadas suelen ser causante de la quiebra de gran parte de los emprendimientos.
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