Un Modelo de Negocio consiste en proyectar las actividades de un emprendimiento para conjeturar cuáles serían los posibles logros y contingencias que pueden presentarse en el escenario económico, a fin de planificar, que se ajuste a la realidad.

Para planificar con cierto grado de precisión las actividades a realizar por un emprendimiento es conveniente y recomendable diseñar un Modelo de Negocio que describa todas las variantes que pueden presentarse en el futuro de acuerdo a las actividades a desarrollar, los recursos que se disponen y los costos operativos del proceso productivo.
La construcción de un Modelo de Negocio permite analizar sobre los posibles logros y contingencias que se pueden presentar en un hipotético escenario económico al intentar lograr un objetivo con determinados recursos y procesos de producción. Es un descripción y análisis sobre los posibles riesgos, contingencias e imprevistos que hay que tener presente para no cometer errores de cálculo o pronósticos desacertados.
Un Modelo de Negocio debe contemplar mínimamente los siguientes tópicos:
- Descripción de los objetivos del emprendimiento. Prioritarios y secundarios. 
- Descripción de los bienes o servicios a producir. Razones que explican su posible aceptación por los consumidores.
- Estudio de mercado. Competencia.
- Descripción de los consumidores.
- Estructura organizacional de la empresa.
- Posibles asociaciones estratégicas o comerciales.
- Proveedores nacionales e internacionales.
- Inversión de capital y financiamiento.
- Tecnología. Maquinaria. Recursos humanos. Licencias.
- Flujo de ingreso y egresos (Cash Flow). Costos operativos. Proyección ingresos a corto y mediano plazo.
- Políticas de marketing y publicidad.
- Contexto jurídico y económico. Regulaciones públicas e impuestos.
- Análisis de riesgos y ventajas comparativas (FODA).
En la medida que el Modelo de negocios incluya mayor cantidad de datos para sustentarlo y sea más veraz en su información habrá menores posibilidades de realizar pronósticos erróneos. Un Modelo de Negocio es muy útil para emprender cuando se ajusta a la realidad y es certero en su información. Por esa razón, la información vertida debe ser veraz y ajustada a la realidad ya que muchas veces se falsean o manipulan los datos para entusiasmar a posibles inversores, obtener créditos bancarios o realizar asociaciones comerciales.
Manipular los datos del Modelo de Negocio, realizar un falso diagnóstico sobre los beneficios a obtener o presentar información incorrecta sobre las posibles contingencias es muy negativo. No solo es dañino para los inversores engañados sino también para los responsables de llevar adelante el proceso productivo dado que muchas veces los equipos de trabajo terminan adoptando ese erróneo Modelo al trazar sus planes operativos.
Un Modelo de Negocio solamente es útil en la medida que sea veraz, certero, trasparente y se ajuste a la realidad. En caso contrario es solo un castillo de naipes que se desplomara ante la cruda realidad.

Desarrollar hipotéticos escenarios en base a falsedades lleva inexorablemente a una gestión errónea y a que los problemas se multipliquen a medida que se avanza la ejecución de los planes operativos.

Todo modelo de negocio debe incluir el conocido el denominado FODA que es una herramienta de análisis de gran utilidad para conocer cuáles son las Fortalezas, Oportunidades, Debilidades y Amenazas que puede tener el emprendimiento que se pretende implementar.
Las Fortalezas y Debilidades hacen referencia a las cualidades positivas y a las carencias que tiene el emprendimiento. Mientras que las Fortalezas ponen de relieve cuales son los puntos fuertes y capacidades positivas del proyecto, las Debilidades señalan cuales son las dificultades o aspectos negativos que pueden impedir que se logren los objetivos buscados.
El análisis básico de las Fortalezas y Debilidades incluye el examen de la organización interna del emprendimiento, su funcionamiento, financiamiento, calidad de recursos disponibles, las instalaciones físicas, ubicación geográfica y desarrollo tecnológico. Dentro de esta categoría de análisis se debe describir la capacidad del emprendedor para gestionar, sus antecedentes, su prestigio, el equipo de profesionales que lo acompañan, los clientes cautivos y potenciales, y los proveedores.
En el examen de las Fortalezas y Debilidades de un Modelo de Negocio no puede estar ausente el análisis de la idea creativa que movilizo a realizar el emprendimiento. En este caso, se estudia la viabilidad de la ocurrencia creativa, su perdurabilidad en el tiempo, el grado de innovación, la posibilidad de renovación, la calidad de sus componentes, efecto sobre el medio ambiente y el precio, entre otras cualidades.
En lo que se refiere al examen de las Oportunidades y Amenazas se busca exponer cuáles son los factores externos que pueden ayudar a lograr el éxito o impedir que se alcancen los objetivos del emprendimiento. Desde esta perspectiva, se analiza el mercado, las variables macroeconómicas, las importaciones y exportaciones, los monopolios que intervienen en el mercado, la empresas competitivas, los productos sustitutos, el contexto político, los niveles de corrupción, el sistema impositivo, las regulaciones públicas, el marco jurídico y la intervención del Estado en la economía.
Aunque nadie puede tener la certeza y precisión para pronosticar todas las variables positivas que puede ofrecer el mercado ni prever todos los riesgos, el Modelo de Negocio es un instrumento muy útil para cotejar la viabilidad y sustentabilidad de los objetivos propuestos por un emprendimiento. Con la información que brinda la construcción de ese Modelo, un emprendedor está en condiciones de planificar de manera más certera las actividades a realizar para alcanzar sus objetivos dentro de un determinado plazo. El Modelo en la medida que sea más veraz y se ajuste mejor a la realidad se convierte en sustento solido para realizar una planificación que permita guiar, ordenar, priorizar, coordinar, supervisar y definir cuáles son las acciones que habrá que emprenderse para alcanzar las metas proyectadas.